El sadismo en el escritor

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     Hay que ser un sádico con nuestros personajes.

     ¡Hey, espera! Antes de que cierres el navegador por insinuar algo inmoral, voy citar su concepto según la RAE:

     Sadismo:
     Crueldad refinada, con placer de quien la ejecuta.

     Sí... Creo que tampoco me ayuda a ver mi punto (y eso que es mejor que la otra definición), trataré de explicarme: Leí este post de Excentrya sobre herir a nuestros personajes y con buena base afirmo que un escritor debería ser un sádico.

     Nosotros creamos a los personajes, amamos a nuestros personajes; pero debido a que los amamos, nos gusta consentirlos y ayudarlos a conseguir sus objetivo pero, ¿realmente es lo correcto? Un personaje para que sea creíble y empatice con los lectores, no solo debe estar bien desarrollado o mostrar cualidades humanas, debe tener obstáculos qué superar, y no solo me refiero a un villano o antagonista, deben haber otros sucesos que lo obliguen a sacar lo mejor de si mismo, sucesos que nos ayuden a ver de qué está hecho.

     El problema es que nos encariñamos tanto a veces, que no vemos que nuestro personaje es capaz de pararse por sí solo ante un obstáculo. Una historia en donde el personaje principal lo tiene todo desde principio no es muy atrayente que digamos. No tiene desafíos. Si quiere un vaso de agua lo consigue abriendo la nevera; o pongamos otro ejemplo, se enamora y con solo confesarse ya consiguió el amor de su vida sin siquiera haber hablado con esa persona antes (solo en hollywood pasa eso).

     No.

     Por eso las historias de héroes nunca acaban. Solo imagínate que el amor de tu personaje es sorda, y ahora tu personaje tiene que aprender lenguaje de señas para confesar su amor pero resulta que no tiene dinero para pagarse un curso, y le pida ayuda a su ex-novia que de paso, es hermana del amor de su vida (rebuscado lo sé, pero espero entiendas mi punto).

     Nos encanta ver cómo nuestro protagonista lucha contra cualquier adversidad que se le cruce y ver que logra su cometido. Así que no temas en quitarle sus comodidades ¡Sácalo de su zona de confort! Atacalo o hazle sufrir. Y no digo que tu historia no comience con un empresario dueño de una cadena de hoteles multimillonaria al que le quitarás todo, y así trabaje desde cero; ni tampoco que la arranques un brazo desde los primeros capítulos o reciba balazos. Puede que estés confundido, pero velo de esta manera: Nuestro empresario está muy cómodo, tiene muchas comodidades, ¿Por qué no le das un rival que lo supere en sus técnicas de marketing o servicios? De esa forma se inicia una guerra entre dos cadenas hoteleras que causan estragos en la economía (¿Quién dice que no? :v ) Como dije, la idea es que lo saques de su zona de confort.

     Si buscas maneras de sacar a tu protagonista de la zona de confort aquí te dejo algunas ideas:

  1. Rivales.
  2. Desea cumplir un sueño o una meta.
  3. El cliché donde lo pierde todo.
  4. Alguien lo secuestra en un viaje porque rompió con su pareja...
     Ahora, tampoco te limites por mis palabras, existen miles de maneras de sacar a tu personaje de su zona de confort. Si ves anime, apuesto que conoces One Punch Man (y si no, te la recomiendo, de verdad promete risas y mucha acción), la trama trata de un protagonista que, en vez de buscar fuerza para derrotar a sus enemigos, es tan poderoso que ya no tiene rivales, a todos los vence con un solo golpe ¿Terminó la historia? No, nuestro protagonista decidió no rendirse en la búsqueda de algún rival que lo pueda vencer. 

     Así que adelante, demuestra lo que vale tus personajes sin temor. Hazlo sufrir sabiendo que podrá levantarse solo. Y tranquilo, no serás el único sádico dentro del mundo literario.

     Espero te haya gustado la entrada, por favor coméntame tu opinión o comparte el post, te lo agradeceré.

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